El prólogo escrito por Caparrós comprende una entera justificación de la existencia de las crónicas. Caparrós se sitúa a la defensiva, parte de un fundamento de ataque hacia la crónica. Es verdad, sabemos que la crónica es un genero no del todo aceptado, es decir, no es visto de igual manera que una narración, que un informe o que una entrevista, pero considero que no existen ofensas hacia ella, a lo sumo habrá indiferencia. Me gusta leer crónicas y qué… es lo que queda en limpio tras leer el prólogo a este libro que comprende una serie de crónicas de las mas diversas llamado “La Argentina Crónica”. El prólogo está escrito desde una postura muy cercana a la sensación de resentimiento. Resulta difícil en muchas ocasiones que el resto de las personas vean a través de nuestros ojos; lo que nosotros creemos, no siempre es compartido pero queremos que así sea. Caparrós se enfrenta al interrogante de porque la crónica no resulta para algunos públicos lectores, un acontecer tan exquisito como lo es para él.
En este prologo, también nos encontramos con algunas características básicas del ser del cronista. Como es su desempeño, como contar la realidad, en que momento tomar el grabador y salir corriendo. Es una introducción al mundo de las crónicas, donde todo no siempre es de la misma manera, tal cual es el periodismo habitual. Ahora eso ha cambiado, estamos en la era del “nuevo periodismo”.
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