martes, 14 de octubre de 2008
Mi amigo el puma
Es un relato dividido en tres animales: ovejas, pumas, caballos y corderos. Todo transcurre en la Patagonia durante un paseo turístico. Encuentro en esta crónica una forma de narrar desestructurada, simple, y clara. La ironía como a lo largo de la mayoría de las crónicas del libro, también dice presente. Casualidad o no, es similar a las crónicas sobre las campañas presidenciales y sobre la política en los boxes porque también tiene de eso: bambalinas. Con esto es con los que nos encontramos al recorrer algunos lugares de este relato, algunos desmientes, algunas cosas que parecen ser pero que no son. En realidad, la crónica en si no supone mas que una descripción sobre un día en particular con algunos descargos a nivel político. Pero lo atractivo a mi entender, es lo ilustrativo de algunas explicaciones que el autor hace. En el comienzo de la crónica se encuentra evidenciado exponiendo por ejemplo, a través de una letra lo que expresaban los turistas ante determinada situación. El “aaaaaaaaaaaa” como muestra de ternura o el “uuuuuuuuuu” como exponente de temor. Encuentro también algunas reminiscencias poéticas en algunas frases del relato que le aportan cierto brillo a la descripción. Por ejemplo: “Se sacan fotos. El Perito Moreno se enoja. Se escuchan sus desprendimientos”. Es en síntesis, una crónica que mantiene la regularidad de sus predecesoras pero la utilización de algunos recursos hace que se diferencie.
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